La alta cocina se vende en camiones y en la calle. Perritos, hamburguesas, croquetas, sushi, calamares..., la fiebre por la comida callejera ha llegado a España a bordo de autobuses desvencijados, furgonetas descatalogadas, furgones policiales o caravanas siniestradas que se reciclan y recuperan para convertirse en restaurantes callejeros. Conocidas como “food truck”, entre americanos y anglosajones, el negocio de la comida gourmet a pie de calle va sobre ruedas.