El noventa por ciento de la red viaria española está formado por carreteras secundarias, más de 150.000 kilómetros. Vías que para muchos son su lugar de trabajo o la única vía de comunicación con los dos únicos habitantes de un recóndito pueblo de montaña. En ellas es posible ver metro y medio de nieve acumulado, desniveles increíbles, negocios, y todo tipo de barbaridades de tráfico.