Quizá no sean los más monumentales, pero tienen la esencia que los hace únicos. Unos son obreros, otros marineros, los hay que fueron el origen de una ciudad, o el escaparate del flamenco para todo el mundo. Desde Jerez hasta Gijón, de Santander a Málaga, Madrid o Hervás… el carácter de sus vecinos hace de barrios como San Miguel, La Elipa, Cimadevilla o El Palo lugares imprescindibles.