El estado de Oklahoma, en el corazón de Estados Unidos, es el que más tornados registra por kilómetro cuadrado al año. Situado en pleno centro del callejón de los tornados, que se extiende desde el sur de Canadá hasta el Golfo de México, es el lugar idóneo para que se junte el aire húmedo que llega desde el Golfo con aire más frío y seco procedente del norte.
Hasta aquí se traslada el equipo de 'Climas extremos', un lugar en el que se forman las tormentas más intensas y virulentas del mundo y en el que solo los expertos son capaces de anticipar si pueden o no llegar a generar un tornado. Un lugar en el que, durante más de medio año, la gente vive pendiente del cielo más devastador de la tierra.