Llegamos a Valencia a través del tren. La estación es la primera joya modernista de las muchas que conserva la ciudad, entre otros el mercado, por cierto el mayor de Europa de productos frescos.El mercado nos lleva a la gastronomía y la paella nos lleva a la Albufera. Un concierto de Bach nos introduce en la noche culta, que coexiste con la extensa vitalidad juvenil que hace de la noche valenciana una de las más divertidas del país. Fallas, abanicos, toros, encaje de bolillos, nos muestran los restos vivos de la tradición que conviven con la más moderna proyección arquitectónica: Foster, Calatrava, Félix Candela...Y entre todos los proyectos el despliegue espectacular de la ciudad de las Artes y de las Ciencias."Histórico de emisiones: 09/02/2003"