Jantje y Stefan han decidido hacerse cargo del deteriorado campamento de Malibú. Pero el precio que la pequeña familia tiene que pagar por la decisión es una relación a larga distancia. Mientras Jantje intenta poner en forma el remoto campamento, Stefan quiere seguir viviendo y trabajando en la ciudad para cubrir sus cargas financieras. Su hijo Hannes extraña terriblemente a su padre y espera con ansias cada fin de semana que puedan pasar juntos.