Tati Meisinger está embarazada de gemelos, por lo que Lena la vigila de cerca. La futura madre se controla cada hora mediante un reloj deportivo con un tensiómetro, ya que teme que algo le pueda pasar a sus bebés. Lena se toma en serio las preocupaciones de Tati sobre su salud. Al parecer, la futura madre piensa que detrás de cada ataque de náuseas haya una enfermedad o complicación grave. Ni siquiera su compañero Kaspar consigue tranquilizarla. Los síntomas de Tati comienzan a preocupar a Lena, ya que todo apunta a que es hipocondriaca, y esa ansiedad es realmente lo que está perjudicando a la futura mamá y a sus bebés.