Tras la muerte de su esposa, Wolfgang Engert dirige junto con su hija Romy su propio negocio de jardinería. Ben, el marido de su hija,es pastelero y juntos planean hacer realidad su sueño y montar su negocio en otra ciudad, cuando nazca su bebé. A Wolfgang no le gusta la idea y provoca discusión con Romy, quien fuera de sí, coge la furgoneta para repartir las flores y por culpa desu ira tiene un grave accidente. Milagrosamente, el feto se encuentra bien, pero ella queda en coma. Ella dejó en testamento la opción de no reanimar ante una circunstancia de este tipo, pero tanto padre como marido deciden mantenerla con vida hasta que nazca el bebé.