Sin su mejor amigo Richard a su lado, Nora no puede verse a sí misma manteniendo la práctica en Rügen sola, especialmente porque no cuenta con la aprobación de los servicios de salud. Además, el Dr. Heckmann sorprendentemente le ha ofrecido su puesto en el hospital. Pero aparece el tío de Richard, antiguo propietario de la clínica y único heredero tras la muerte de Richard, que insiste en ayudar a Nora para que se haga cargo por completo de la clínica. De pronto todo el mundo parece muy amable con ella. Sin embargo, no hay tiempo para reflexionar, ya que Nora necesita hacerse cargo de la próxima emergencia. Un joven triatleta tiene apagones repentinos pero realmente no se le ayudará...