En su huida hacia Italia, Emma y Félix se niegan a que nada les detenga, incluso a pesar de que los problemas de corazón de Félix siguen empeorando. Sin embargo, él no quiere abandonar a su novia. Mientras dura la persecución de la joven pareja, Alexander y Elisa se acercan mutuamente, llegando a intimar. Ella le revela que también tuvo una hija con síndrome de Down, fallecida poco tiempo atrás.