Amy quiere ser madre desde hace años pero no lo consigue de manera natural. Poco antes de acudir a una clínica de fertilidad de Cornwall, su novio Derek le dice que no está convencido. Amy decide seguir adelante sola pues ella se crio sin padre, ya que éste murió en un incendio antes de que ella naciera. En su primera cita a la clínica, Amy se lleva una grata sorpresa: el médico es el hombre atractivo que conoció el día anterior en la tienda de hidromiel de su madre. Para descartar enfermedades hereditarias, Amy necesita conocer el historial médico de su padre. El Dr. Kieran la ayudará en su investigación.