En confesión, el pequeño Liam cuenta al pastor Sonnleitner que estaba siendo maltratado por su hermano mayor. Como el pastor Sonnleitner está obligado por el secreto confesional, le pide a Katja que se comunique con la familia de Liam. Katja en una visita a la casa del menor, se encuentra con una familia aparentemente ejemplar, en la cual la violencia es aceptada como algo natural.