Peter Devereaux, veterano agente de la CIA, viaja a Moscú para rescatar a una espía, Natalia, que tiene pruebas del uso de guerra sucia en el último conflicto en Chechenia del futuro presidente de Rusia, Arkady Federov, que está matando, mediante una asesina profesional, a todo el que le conoció en el pasado. Descubierta la operación de rescate, Natalia, unida afectivamente a Devereaux, es asesinada por agentes del contraespionaje americano, a los que Devereaux, a su vez, da muerte creyéndolos rusos; menos a uno, al que reconoce como antiguo discípulo suyo, David Mason. Movidos por la venganza, maestro y discípulo se enfrentan en medio de una conspiración que desconocen, pero cuya clave está en las fotos de una joven que se encuentran en el móvil que Natalia entregó a Devereaux poco antes de morir.