Francia, 1942. Gilles es arrestado por soldados de las SS junto con otros judíos y enviado a un campo de concentración en Alemania. Allí consigue evitar la ejecución al jurar a los guardias que no es judío, sino persa. Gracias a esta artimaña, Gilles consigue mantenerse con vida, pero tendrá que enseñar un idioma que no conoce a uno de los oficiales del campo, interesado en aprenderlo. Al tiempo que aumenta la relación entre ellos, van incrementando las sospechas de los soldados.