Jaqueline es expulsada de su apartamento, por lo que ella y sus tres hijos se instalan en la casa de Konstanze 'solo por la noche'. Esa noche se convierte en semanas, y Jaqueline, la reina del caos, y Konstanze, la perfeccionista y la doctora, tienen que lidiar entre sí. Konstanze se ve obligada a aprender cómo funciona la amistad, o al menos eso es lo que esperan sus hijos, porque todos se llevan de maravilla.