Dan Lawson, un detective de Chicago, viaja a Escocia para reunirse con el detective escocés Glen Boyd, tras el regreso de un asesino en serie cuyos crímenes coinciden con un caso sin resolver que él investigó cinco años antes en Chicago, donde su novia fue una de las víctimas. Lawson se embarca en una misión personal para resolver el caso que lo ha destrozado y librarse de sus propios demonios atrapando al responsable de su pérdida. El progreso da un giro cuando el compañero retirado de Lawson en el Departamento de Policía de Chicago, Walker, que ahora reside en el Reino Unido, aparece con nuevas pruebas.
