El duro y violento Uriah cae locamente enamorado de Esther. La pareja vivirá un idilio alejada de la violencia imperante en el lugar pero, un buen día, Uriah despierta del recuerdo y entra en la población matando a Sharkey. Su próximo objetivo: Slim, del que no tiene pista alguna. Se trata de un bandido repulsivo, que se atrinchera en un pueblo tras deshacerse del sheriff. Tras el atraco a un banco, Slim y sus camaradas, huyen a otro pueblo, perseguidos por los propios habitantes de la ciudad. Ha llegado la hora de las pistolas... un duelo a muerte que se recordará para siempre en la región.