La familia Quirós está de fiesta pues una de sus hijas se casa. Luisón, el padre, es un jubilado de cuya pensión de ex minero afectado por la silicosis viven tres de sus hijos porque los reveses de la vida les han hecho volver a la casa familiar. Pero la noche de la boda, Luisón muere, justo dos días antes de cobrar la pensión y un crédito que había solicitado para pagar deudas. El médico al que llaman no puede certificar la muerte porque no tiene potestad. Esta situación lleva a la familia, que es consciente de que sin su pensión la vida de todos va a cambiar a peor, a ocultar la muerte de Luisón hasta poder cobrar la paga y el crédito. Pasarán días hasta que todo se solucione, mientras el muerto descansa en la cama y la vida de la familia se convierte en un caos.