El pequeño pueblo de San Felipe, en la frontera entre Texas y México, es el escenario donde un grupo de bandidos actúa a su capricho, sin que las autoridades hayan podido hacer nada para ponerles freno. La más perjudicada es la compañía ferroviaria, que proyecta unir San Felipe con la capital. Casi todos los envíos de oro que hacen a San Felipe son interceptados por los malhechores. Un día, dos forasteros aparecen en el pueblo. Uno es un elegante hombre de negocios y el otro, un buscavidas pendenciero que se dice huido de la justicia. Pero en realidad son agentes federales cuya misión es investigar al principal sospechoso, un terrateniente local. Para lograr su misión y no levantar sospechas uno de los agentes empezará a trabajar en su rancho y el otro se convertirá en el novio de su hija.