Terminada la Guerra de Secesión, Luke Barret, que padece de amnesia, regresa a su pueblo donde, en el último instante, mata al pistolero que le había contratado para asesinar a su hermano Víctor, quien está dispuesto a emplear cualquier medio para impedir que los colonos vendan sus tierras al banco. Una visita al rancho de su madre enferma empieza a revelarle secretos familiares que había olvidado o desconocía y sobre los que pide a Víctor una explicación.