A Miguel Cañete, un lugareño que vive solo con su hermano pequeño, Quique, y que ha estado solicitando sucesivas prórrogas para no ir al servicio militar, le llega por fin la hora de incorporarse, correspondiéndole hacerlo en la marina, en San Fernando. El chiquillo es el problema: aunque Miguel ha convenido dejarlo en casa de su novia Jacinta, el pequeño Quique se escapa a la primera oportunidad y se presenta con su hermano en San Fernando. Allí, Quique encuentra acomodo en casa de la aristocrática tía Enriqueta, que a regañadientes acepta hospedar al chico.