Marisol y su hermano Manolo son dos huérfanos que se dedican a recoger basura. Tienen una yegua llamada Cabriola, en la que Marisol ha puesto todas sus esperanzas y con la que pretende convertirse en rejoneador. Pero como el mundo del toreo es cosa de hombres, no se lo piensa dos veces y se hace pasar por un chico. Para lograr sus sueños acude a pedir ayuda a su admirado Ángel Peralta.