Bogotá 1948. La violencia se ha desatado en la ciudad y el gobierno es incapaz de controlar la situación pese haber decretado el toque de queda. Don Santiago ha logrado superar el pánico y cruzar la calle para llevar un pastel a Laura, su vecina de enfrente, pero el regreso es imposible. Sitiados por el miedo, han quedado encerrados en la casa sin posibilidad de escape.