Hace tan solo 3 meses, Simón empezó a vivir en un sueño. Consiguió un contrato millonario para que LISA fuera una realidad e Irina llegó a su vida. Hoy, el sueño se volvió pesadilla: las dos pueden morir. La prueba para certificar si LISA es un éxito o un fracaso es inminente y ya han perdido toda esperanza de arreglarla. Irina está secuestrada por su culpa y sus posibilidades de sobrevivir son aún más pequeñas.