Tomás ha muerto. O mejor dicho, le han matado. Simón aún sigue en shock, incapaz de explicarse cómo ha podido ocurrir, y ahora debe enfrentarse al interminable interrogatorio de la policía. Aunque él es uno de los sospechosos, no es el principal. Desde que Irina llegó a su vida, un reguero de sangre se ha extendido hasta alcanzar a su mejor amigo. ¿Y si sus destinos no se cruzaron por casualidad? ¿Conseguirá la traumática muerte de Tomás abrirle los ojos? ¿Y si la persona de la que se ha enamorado es una asesina?