Tras la ceremonia, viene aquello que Simón teme y anhela a partes iguales: la noche de bodas. ¿Será capaz de vencer sus traumas o le volverán a jugar una mala pasada? Sin embargo, Irina es comprensiva y paciente con las inseguridades de Simón, sea o no capaz de dar la talla como marido. Por eso, él está cada vez más enamorado de ella y, también por lo mismo, la defenderá con devoción ante las acusaciones de sus compañeros de trabajo: hay un topo que está saboteando el código de LISA¿ y coincide con la llegada de Irina a sus vidas. Sin embargo, ella no tiene tiempo para jugar a ser hacker. Ahora que es camarera en el Zar, el restaurante de Boris y Vanya, urdirá un plan para acabar con ellos de una vez por todas.