Un joven realejero está recibiendo ayuda desde muchos puntos de las islas para sufragarse una mano biónica que reemplace a la que perdió casi al completo mientras arreglaba la moto de un amigo hace menos de un año.
Aún así, quiere ser mecánico y para ello reúne tapones de plástico (400 toneladas) en busca de los 70.000 euros que vale la extremidad mecánica que precisa.