La flacidez se produce, además de por la gravedad, por una pérdida del tejido óseo. Al igual que se produce con la osteoporosis en otras zonas del cuerpo, también en la cara se va perdiendo hueso a partir de los 45-50 años. Por otro lado, en el cuerpo encontramos una atrofia de la musculatura muchas veces asociada a cambios de peso y el sedentarismo.