Una de las principales novedades con la nueva ley de vivienda es que se va a poner un límite al precio del alquiler de la vivienda en función de los ingresos de las familias en el municipio que se encuentren esas zonas se llaman zonas tensionadas. Otra novedad es que los gastos de inmobiliaria a la hora de alquilar una casa ya no tiene que pagarlos el inquilino como hasta ahora, sino que lo abonará el arrendador o propietario de la casa. El inquilino seguirá pagando la fianza y la garantía adicional al firmar un nuevo contrato de alquiler.
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