La Buena Estrella, único comedor social y centro de pernoctación de emergencia del Sur de Tenerife, que ofrece tres comidas diarias a 45 usuarios y cama a 26, lanza un grito desesperado. Hace unos meses casi cierran por la precariedad económica y la falta de ayudas. Temen que se vuelva a repetir y piden a las instituciones que no se olviden de la labor que hacen.