Podemos ser felices con menos. A lo largo de nuestra vida, acumulamos muchísimas cosas, con la intención de usarlas en algún momento. pero con el tiempo, nos damos cuenta que la mayoría de lo que acumulamos no lo usamos. Desarrollamos un apego insano no sólo ante las personas, sino también ante las cosas que guardamos. Nos apegamos a recuerdos de tiempos pasados en todo aquello que conservamos. Con esta actitud, podríamos estar bloqueando la entrada de cosas, situaciones y personas nuevas en nuestra vida. Una mente ligera, flexible y abierta puede decir "adiós y gracias por construir mi historia". De esta manera, podemos afirmar "hola y bienvenido a mi vida". Se trata de reconciliarse con el pasado para acoger el futuro, desde una conciencia en el presente, que se abre a las infinitas posibilidades.