El castillo de Loarre es considerado la fortaleza románica mejor conservada de Europa y uno de los castillos más bellos de España y del continente. Gracias a su ubicación, presidiendo el valle de la Hoya de Huesca, así como por su compleja construcción sobre una peña rocosa, se convirtió en baluarte del cristianismo. A él se vinculan leyendas como la de las reliquias de San Demetrio o la de Doña Violante. El castillo de Tomar, en Portugal, fue el último bastión de la orden templaria antes de que fuera eliminada por decreto Papal. Los templarios defendieron con éxito Tomar de sucesivas oleadas musulmanas gracias al conocimiento bélico acumulado en Las Cruzadas.