Verse incapaz de dirigir a sus hombres en Metz hará pensar a Carlos que su hora, como la de sus rivales fallecidos, ha llegado. Pero el emperador no desea que sea la muerte quien dicte el final de su gobernanza. Inspirado una vez más por Carlomagno, sorprenderá a propios y extraños con su última iniciativa: Carlos reúne a su familia y les comunica que ha decidido abdicar. El emperador divide sus dominios entre las dos ramas de la familia y salva así la unidad de los Habsburgo, pero la brecha creada entre Carlos y su hermano Fernando ya es definitiva.Entretanto, Felipe va tomando las riendas del poder, cada vez con mayor firmeza. No sin dolor de corazón, comunica a Isabel de Osorio su deseo de volver a casarse. Pero su padre intervendrá de nuevo para trastocar sus planes de matrimonio, proponiéndole que despose a la nueva reina de Inglaterra, María Tudor, hija de Enrique VIII y de Catalina de Aragón, t&i