Un universo lleno de personajes enigmáticos, que hasta ahora habíamos visto tomar forma en la gran pantalla. Como ocurrió con Esposados, nominado al Oscar en el 96, en ese entonces, una auténtica revolución para un director canario que estaba empezando. O unos años más tarde... Con Intacto, que finalmente se llevó el Goya al mejor director novel... también al actor revelación. Para un Leonardo Sbaraglia, que estuvo sublime.