95 pacientes ocupan una cama en algún hospital público de las islas porque, pese a tener el alta, sus familiares no tienen recursos para atenderlos. El resto, hasta llegar a los 400 mencionados por el presidente Paulino Rivero, permanecen en hospitales concertados, según la consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias. Son 'ancianos frágiles', de entre 70 y 80 años que no pueden valerse por sí mismos. Los colectivos médicos piden que se optimicen los recursos de la administración.