Los profesionales sanitarios aseguran que el colapso de las urgencias en Tenerife se debe a una mala planificación arrastrada, dicen, durante décadas. La gripe, las patologías respiratorias o la sobrecarga de nueva población hospitalaria han llegado a concentrar hasta 300 pacientes en un solo día. Hasta 8 horas han tenido que esperar para ser atendidos.