Después de dos años sin faenar, la flota de atuneros y de especies de fondo, como la sama o el cherne, trabajan en las tareas de avituallamiento. En cuanto tengan la autorización, saldrán a faenar en aguas marroquíes. Para los pescadores, este acuerdo entre la Unión Europea y Marruecos, llega tarde. Por el camino, aseguran, se han quedado muchos compañeros.