Invirtieron más de seis millones de euros en la modernización de sus explotaciones. Un dinero que deberían haber recibido en concepto de ayudas al tomate y que se ha venido retrasando desde 2010. Después de seis días de huelga, una de las siete agricultoras de La Aldea, en Gran Canaria, ha tenido que abandonar al sufrir una hipoglucemia. El resto seguirá, dice, hasta que el Ejecutivo regional les pague lo que les debe. Aseguran que no pueden hacer frente a sus créditos.