Las vemos en las muñecas de grandes y pequeños. Dobles o triples. La técnica no importa. Son las pulseras de moda, las rainbow loom. Los niños las fabrican y las intercambian con sus amigos. Incluso algunos hacen negocios con ellas. Una práctica con la que además de pasarlo bien, desarrollan otras habilidades, como el trabajo en equipo y la creatividad.