Lugar codiciado por las grandes potencias navales del siglo XVIII, el puerto de Mahón, y por ende la isla de Menorca, vieron como sus dominios cambiaban de poder según los vientos que soplaba la beligerante historia. Pero de entre todas las presencias que hubo, la que tendría una mayor importancia entonces fué la de la corona británica, que contemplaba aquel lugar estratégico como el enclave idóneo desde el que dominar el Mediterráneo y sus costas.Histórico de emisiones:12/06/200502/11/2009