Desde Oviedo los reyes, acompañados de sus hijas, presidieron una ceremonia que por razones sanitarias se celebró en el Hotel Reconquista de la capital asturiana. La pandemia marcó una edición en la que se evidenció, más que nunca, la vigencia de los valores de humanismo y solidaridad que inspiran los premios. Este año, con un especial significado: de reconocimiento a los sanitarios anónimos que han luchado en primera línea contra la pandemia y de respaldo a la Corona. En el Día de la Fiesta Nacional también se homenajeó a los sanitarios y otros colectivos civiles y militares que han luchado duramente contra la pandemia. Sin desfile, sin recepción real y sin público, las principales instituciones del Estado, con los Reyes a la cabeza, celebraron un 12 de octubre marcado por las restricciones sanitarias.