Una ruta verdaderamente sorprendente que lleva a Íñigo a una parte de Teruel muy poco conocida y de una belleza y riqueza gastronómica extremas. Inicia su recorrido en Fresneda tierra de aceite y de almendras. Terminará su camino en Beceite, degustando los típicos fessols, cabrito asado y peras al vino.