Manuel Pimentel se desplaza al archipiélago canario para aclarar si los textos clásicos están en lo cierto al afirmar que las Islas Canarias fueron pobladas durante el siglo I antes de Cristo. Para ello visita Gran Canaria, el Hierro, la Palma y Tenerife. Sigue los pasos de los primitivos bimbapes, de los benahoaritas, de los guanches y los canarios para comprobar si su origen es beréber. Para ello, analiza el registro cultural y genético de la mano de prestigiosos científicos en un capítulo que muestra los grandes paisajes arqueológicos de las Islas Canarias.