Unas misteriosas ruinas se despliegan en medio de un bosque normando en un lugar llamado «Boisl'Abbé», cerca de la ciudad de Eu. Las primeras exploraciones arqueológicas del siglo XIX indicaron la presencia de un gran santuario romano. Sin embargo, trasnumerosos saqueos a principios de la década de 2000, el arqueólogo Etienne Mantel emprendió nuevas excavaciones en el yacimiento. Dada la magnitud de los hallazgos, Etienne empezó a sospechar que el bosque ocultaba los restos de una ciudad romana olvidada. A medida que las excavaciones avanzaban, la intuición de Etienne se confirmó: una ciudad entera había resurgido. La serie de descubrimientos espectaculares continuó a partir de entonces, hasta alcanzar la cima con la que sueña todo arqueólogo: la revelación del nombre de una ciudad desconocida: Briga