En una playa de Normandía, unos descubrimientos arqueológicos pioneros impulsan a un equipo de arqueólogos a profundizar en una civilización celta cuya cultura parece diferenciarlos de sus homólogos del resto de la Galia. Bajo las arenas inmaculadas, van apareciendo poco a poco restos notablemente conservados. Sin embargo, deben darse prisa, ya que la erosión marina amenaza con borrar irreversiblemente los últimos vestigios de la vida que llevaban los habitantes entre los siglos II y I a.C. Poco a poco, la investigación permite comprender mejor el modo de vida de esta comunidad costera y los vínculos que forjaron tanto con el Mediterráneo como con los habitantes de la isla de Bretaña, la actual Inglaterra.