Todos los imperios luchan por la inmortalidad conquistando enemigos, construyendo vastos monumentos o convirtiendo a las masas a un sistema de creencias. Y aunque todas las potencias antiguas han perdurado durante siglos, la destrucción siempre está cerca. Los griegos se hunden cuando su gran líder, Alejandro Magno, muere en la cima de su poder. En Egipto, la corrupción de los libertinos Ptolomeos acaba con su antiguo poder. Los indios caen en la rebelión, al igual que la dinastía Han, alimentada por la política cortesana, y Roma implosiona cuando los mercenarios que una vez contrataron se vuelven contra ellos. Pero aún hoy, podemos oír los ecos de estas Antiguas Potencias, que siguen dando forma a nuestro mundo en sus ruinas, sus creencias y sus ideas.