El interés por los ríos nos llegó de la mano de Antxon Arza, cuando en uno de los primeros rodajes de la serie, al que asistió por cosas del azar, nos contó que se dedicaba a bajar ríos de aguas bravas en kayak. La pasión que mostraba describiendo la actividad nos animó a probar y muy pronto nos embarcamos en un proyecto que contemplaba descensos por varios ríos del Pirineo. Aquella experiencia sirvió para descubrir que Al filo de lo imposible podía plantearse el descenso de otros ríos, dentro o fuera de la Península Ibérica. Así que dimos el salto a Chile atraídos por la información que disponíamos de uno de los más bravos del país: El Bío Bío. Más tarde llegó el Indo en Pakistán, el Zambeze en Zimbabue y otros que hicieron aumentar el currículo del que damos cuenta en este capítulo.