Dos jóvenes han dado un paso hacia la cima del Naranjo de Bulnes, probablemente la montaña que mejor representa la escalada y su evolución en España. Desde la primera ascensión, realizada en 1904 por Pedro Pidal y Gregorio Ruíz, el formidable monolito de rocaha significado el símbolo de la inaccesibilidad y fue convertido en objeto de deseo de diversas generaciones de alpinistas.