Desde que Alfred Mummery, considerado el padre del alpinismo moderno, señalara el camino del nuevo alpinismo más atrevido y difícil, no dejaron de aparecer nuevas rutas en los Alpes.Ubicada en el macizo del Mont Blanc se encuentra la que se considera la arista más larga de Europa, más de ocho kilómetros de cresta. Partiendo de 1500 metros de altitud, una sucesión de agujas de roca, corredores de hielo, descenso de rápeles extraplomados, y ascensos glaciares acaban en la cumbre más alta de los Alpes el Mont Blanc de 4807 metros de altitud.Dos alpinistas españolas, Elena de Castro y Ester Sabadell, son las encargadas de acometer la ascensión por esta ruta que representa el esfuerzo y el alpinismo en su dimensión tradicional, pero también un paseo por la historia de grandes alpinistas.De hecho, durante la primera mitad del pasado siglo, el macizo del Mont Blanc se convirtió en un campo de experimentación de las nuevas tendencias que luego se trasladarían a montañas más altas, fuese en lo