Cristina Castaño, Inma Cuevas y Ángel Ruíz son los mentores que llevan de la mano a Martín Llade, Sole Giménez y Miguel Lago. Por primera vez, un aprendiz contará con dos mentores en su escena. El afortunado es Martín Llade, con Ángel como mentor e Inma como compañera. Martín comprueba que los actores trabajan con un método y está agradecido de poder disfrutar de ellos, pero a la vez tiene miedo de no estar a la altura. Sole se enfrenta a un durísimo monólogo, que Inma le ayuda a componer. Cristina está muy contenta porque Miguel en la lectura ya tiene la intención de su personaje interiorizada. Pasados siete días, vuelven al Teatro. Martín tiene problemas con sus movimientos en el escenario, Sole se deja llevar por la emoción, contagiando a todos los compañeros, y Miguel no trae el texto aprendido para sorpresa de Cristina, que sabe que no hay esc